Reglas de un mentiroso

Reglas de un mentiroso


No te asustes: Nunca es bueno empezar una mentira asustado, tómate tu tiempo para tranquilizarte. Es necesario tener la cabeza fría para pensar con claridad. Además, si tu luces asustado, los demás sabrán que escondes algo.

No improvises: Antes de mentir, analiza cada detalle, tienes que saber la respuesta antes que te pregunten. Debes hacer que tu mentira y sus piezas encajen como en un rompecabezas. Si no tienes cuidado puedes que tengas que inventar cosas que no puedas cubrir formando una “bola de nieve”.

Créete tu mentira: Si se trata de una mentira que vas a tener que usar y convivir con ella es bastante útil que te la empieces a creer y a olvidar los detalles verdaderos. Si no lo haces, es posible que en algún momento suelas dar un detalle verdadero que eche de cabeza la mentira.

Confúndela: entre verdades: Una mentira dicha entre dos verdades no llama la atención. Incluye detalles que sean ciertos en tu historia, y si alguien duda insiste en que se pueden comprobar. Y mejor aún, confírmalos.

Infórmate: Es necesario saber lo que los demás saben. Intenta recopilar información de manera indirecta, sin que puedan sospechar.

Da detalles: Los detalles son importantes. Usa cosas que no sean comprobables, incluso cosas que puedan resultar humillantes para ti.

No esperes a que te pregunten: Intenta sacar el tema tú, antes de que los demás lo hagan. Resultarás mucho menos sospechoso. Siempre adelántate a los que los demás puedan pensar.

Sé natural: Habla como si de cualquier cosa se tratase, y cuando acabes continúa con una conversación normal Quítale hierro al asunto. Además, siempre que mientas mira a la persona a los ojos (esto le dará mayor confianza).

Nunca mientas en grupo: Este es un consejo muy importante. Tú puedes (con un poco de esfuerzo) controlar lo que dices y a quién se lo dices, pero con más gente es imposible. El típico “te voy a contar algo pero es secreto y no se lo puedes decir a nadie” es tu peor enemigo. Si se pudiera mentir en grupo fácilmente, los políticos no tendrían fama de mentirosos.

Nunca admitas que es mentira: No lo hagas, si es preciso haz creer que has sido engañado, o ten una muy buena coartada por si te descubren. A propósito, nunca mientas delante de oficiales, las consecuencias pueden ser muy malas.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Reglas de urbanidad

Reglas de etiqueta

Presidente electo